Apuntes temáticos

Tema 01.04


Cultivo de Lithops desde Semillas (Método de los Cole)

Agosto de 2013


Desmond T. Cole y su esposa Nauren A. Cole


Últimamente he recibido varias peticiones de información relacionada con el cultivo de Lithops desde semillas, así que voy a preparar unos apuntes al respecto.

En lugar de basarme sólo en mi propia experiencia, voy a utilizar como documentación básica el capítulo que Desmond T. Cole y su esposa Nauren A. Cole dedican a este asunto en su libro "Lithops Flowering Stones".

Para que no se confunda lo que son puntualizaciones mías con los que dice Cole en su libro, escribiré en azul los párrafos que he escrito yo según mi propia experiencia cultivando Lithops desde semillas, y en negro las informaciones que corresponden a afirmaciones de Desmond T. Cole.

Para ilustrar estos apuntes utilizaré fotografías tomadas por mi mismo, en los dos últimos años.



Dos semillas de Lithops karasmonta 'Bella'


Desmond T. Cole, en su libro "Lithops Flowering stones" dice textualmente:

"Cultivar Lithops desde semillas es, con mucha diferencia, la forma más barata y gratificante de conseguir una amplia colección".

Lo primero que tenemos que considerar es que el procedimiento para sembrar semillas de Lithops no es diferente del método general para sembrar semillas de cualquier otra planta suculenta.

En cuanto a la mejor fecha para sembrar, según dice Cole en su libro, es a finales de primavera o principios del verano. En dicho libro se argumenta a favor de esa propuesta que, de esa manera, los jóvenes Lithops llegarán con un tamaño relativamente grande al invierno.



Como puede verse en esta foto, las semillas tienen un tamaño realmente pequeño.
En este caso se trata de tres semillas de Lithops amicorum TS67


Como yo cultivo Lithops en Madrid, mi principal problema no son los inviernos sino los veranos. Yo he tenido más dificultad para mantener a las plántulas vivas cuando el terrible sol veraniego de Castilla La Mancha las puede llegar a quemar que en los relativamente tibios inviernos en mi terraza, situada en el centro de la ciudad. Así que yo prefiero sembrar mucho antes: en el mes de enero, o incluso en diciembre, de forma que cuando llegué el mes de Julio, y sol sea inclemente, las plántulas tengan ya un tamaño aceptable.



Pueden emplearse macetas de muy diversos tipos y tamaños para sembrar las semillas


Para sembrar las semillas pueden emplearse indistintamente macetas de barro o de plástico opaco aunque, según comenta Desmond T. Cole, cualquier otro tipo de recipiente puede ser igualmente válido, siempre que no sea transparente, para evitar que crezcan algas en su interior.

También es importante que la maceta tenga algunos agujeros de drenaje. No tantos como se suele leer por ahí. Una maceta pequeña no necesita más que un único agujero de drenaje y, para macetas mas grandes (por ejemplo de 30x40 cm.), puede ser suficiente con 3 ó 4 agujeros de drenaje, de unos 6 mm. de diámetro cada uno que, si es posible, deben estar cubiertos por un guijarro, o cualquier cosa parecida, para evitar que el agua salga demasiado deprisa.

La profundidad recomendada por Cole para las macetas donde sembraremos debe oscilar entre 7 y 10 cm. También recomienda utilizar diferentes macetas para cada clase de semilla, para evitar posteriores errores de identificación.

El sustrato ideal para sembrar las semillas, según Cole, debe estar formado exclusivamente por pequeños fragmentos de granito, pero si no se encuentra granito puede utilizarse una mezcla, a parte iguales, de arena gruesa de río limpia y tierra de tipo mineral, con poca materia orgánica.

Cole recomienda recolectar la tierra de cualquier a de las praderas de la República de Sudáfrica, Botswana, Lesotho o Zimbabwe. También recomienda tener cuidado si se utiliza tierra comprada en centros de jardinería, porque suele ser demasiado rica y, con frecuencia, está contaminada con esporas de hongos. Para asegurarnos es recomendable esterilizar el sustrato en un horno



Sustrato para cultivar Lithops desde semillas


Obviamente a mi no me viene demasiado bien desplazarme a una pradera sudafricana para conseguir tierra, y tampoco tengo a mano ningún lugar donde conseguir granito, así que he decidido utilizar la siguiente mezcla para preparar mi sustrato para sembrar las semillas:

Cuatro partes de arena (de la que venden para acuarios), la mitad fina y la otra mitad con un grosor medio.

Tres partes de pomice (o pumice), que es piedra pómez molida.

Una parte de tierra negra universal.

En todo caso, cada uno puede utilizar la combinación que considere más apropiada, intentando, eso sí: (1) que quede una mezcla que drene muy bien; (2) que sea un sustrato fundamentalmente mineral y; (3) que no contenga demasiada materia orgánica.



Para conseguir que el tamaño de cada partícula del sustrato sea el adecuado puede utiliarse una criba


El tamaño de cada partícula utilizada no debe sobrepasar los 3 mm. de grosor, por lo que, si se considera conveniente, puede utilizarse una criba para asegurarnos de que no quedan partículas demasiado grandes.

El fondo de la maceta puede estar cubierto por una capa, de unos 12 mm. de profundidad, formada exclusivamente por guijarros o por grava, aunque esto no es esencial. Por encima de esta capa debemos rellenar la maceta con el sustrato que hayamos decidido emplear para sembrar, dejando unos 15 mm. de espacio vacío desde la capa superior de sustrato hasta el borde de la maceta. Es conveniente que el sustrato quede bien firme, para lo que se puede golpear ligeramente la maceta contra el suelo.

Sobre el sustrato de siembra se debe depositar una capa final de arena fina, de unos 3 mm. de altura y, sobre ella, se deben depositar las semillas, dejándolas caer tal cual, sin más, sin enterrarlas. Para ello se pueden coger las semillas entre el dedo índice y el dedo gordo, dejándolas luego caer, tal como haríamos si estuviéramos poniendo sal sobre algún alimento, intentando que tengan una distribución uniforme.

Si se están sembrando semillas de diferentes taxones, incluso cuando se tenga buena memoria, es preferible etiquetar las macetas de forma inmediata para evitar posteriores problemas de identificaciones erróneas.

Para conseguir una atmosfera lo suficientemente húmeda, debe cubrirse la maceta con un plástico transparente, pero dejando un borde algo elevado para permitir una cierta circulación de aire.



Maceta-semillero de Lithops con plástico para facilitar la germinación de las semillas durante la primera semana


Yo suelo dejar la maceta cubierta completamente por un plástico durante la primera semana (hasta que empiezan a verse pequeñas motas verdes correspondientes a las primeras germinaciones); la segunda semana mantengo el plástico, pero agujereado, e incluso retiro completamente el plástico durante periodos de varias horas cada día; la tercera semana retiro completamente el plástico porque temo bastante al moho.

Evidentemente, cuando retiremos el plástico estaremos perjudicando a las semillas que aún no hayan germinado, pero en mi opinión es preferible perder un pequeño porcentaje de semillas, que ya no geminaran por falta de humedad, que perder todas las plantas que ya hayan germinando debido al exceso de humedad.



Para controlar la luz recibida pro las plántulas puede utilizarse una malla de sombreado.


Después de haber sembrado, la maceta debe situarse en un lugar con buena iluminación pero en una zona sombreada, para que no reciba la luz directa del sol.

Durante tres o cuatro semanas, es decir hasta que las semillas estén bien asentadas, es preferible regar por abajo, colocando las macetas en un recipiente con unos 2-3 cm. de agua y dejándole allí hasta que la parte superior de la maceta esté completamente húmeda. De esta forma se evitará que la parte de arriba del sustrato se remueva demasiado y que las semillas se apelotonen todas en los laterales de la maceta.

El sustrato debe estar siempre húmedo, pero nunca encharcado. La mayor parte de los problemas que se presentan cultivando Lithops desde semillas suelen estar derivados de la aparición de hongos (por el exceso de humedad y por la temperatura relativamente alta). Por lo tanto no es mala idea mezclar en el agua de riego algún fungicida.

Las mejores temperaturas para germinar semillas de Lithops oscilan entre 22ºC y 28ºC con buena luz pero, como ya dijimos antes, sin estar situados bajo la luz directa del sol.



En buenas condiciones las semillas no deben tardar más de una semana en germinar


Este intervalo de temperaturas debe considerarse como algo flexible. En todo caso, incluso en invierno, es relativamente fácil mantener ese rango de temperaturas si mantenemos las macetas dentro de casa.



Aunque la plántula no crezca mucho, lo importante es que desarrolle buenas raices.


Es normal que durante las primeras semanas sólo germine una parte de las semillas sembradas. Las restantes pueden germinar algunos meses más tarde, ¡o incluso algunos años más tarde! Probablemente los dos factores más importantes a la hora de que germinen las semillas de Lithops son las condiciones atmosféricas y el momento elegido para sembrar: Cuando el tiempo es cálido y seco la mayoría de las semillas no germinarán; en cambio, con tiempo cálido y húmedo, y con buena luz pero sin sol, las semillas de casi todas las especies de Lithops germinarán en apenas cuatro o cinco días.

Las semillas de la mayoría de especies de Lithops continuarán siendo validas durante 10, 12, 14 o 16 años. Incluso, las semillas de las especies procedentes de terrenos mas áridos, como puede ser las de Lithops optica o Lithops gracilidelineata, pueden continuar siendo viables después de hayan pasado 20, 25 o incluso mas años desde su recolección.

Eso sí, si queremos guardar semillas para sembrarlas dentro de mucho tiempo es imprescindible almacenarlas en sitios bien secos. Es más, lo que realmente puede ser contraproducente para obtener un buen porcentaje de germinación es sembrar las semillas demasiado pronto: es preferible esperar, al menos un año, desde la recolección para estar seguros de que las semillas habrán alcanzado su máxima capacidad de germinación.

Cuando la mayoría de las semillas hayan germinado, y hayamos retirado el plástico superior, es conveniente cambiar el procedimiento de riego y, en lugar de regar por abajo, debemos empezar a regar por arriba, utilizando para ello un pulverizador. Si continuamos regando por abajo durante demasiado tiempo estaremos estimulando la aparición de algas y facilitando un ahogamiento o pudrición de las plántulas.

Debemos seguir regando lo suficiente como para que el sustrato esté siempre húmedo a partir de unos 6 mm. de profundidad (para permitir que las raíces continúen desarrollándose), pero dejando que esa capa superficial de sustrato se seque entre riegos.

Cuando las plántulas tengan dos o tres meses, ya sí deberemos dejar que el sustrato llegue a secarse completamente entre riego y riego. Este número de días de sustrato seco entre riego y riego debe ir incrementándose gradualmente hasta que las plántulas se conviertan en Lithops adultos.

Es imposible dar unas instrucciones más precisas sobre la pauta de riegos, porque esta dependerá sustancialmente de las condiciones atmosféricas (temperatura y humedad) y de otros factores (tipo de maceta, tipo de sustrato). Lo que sí es absolutamente seguro es que un exceso de agua matará a las plántulas, pero también será fatal un defecto de agua. El punto justo sólo se aprende experimentando y aprendiendo de los errores cometidos. Eso sí, siempre deberemos tener en cuenta que las plántulas necesitan más agua que las plantas adultas, así que incluso en inviernos, cuando las plantas adultas ya no se regarán en absoluto, deberemos continuar regando la plántulas al menos cada tres o cuatro semanas.

En todo caso, tanto si hablamos de plántulas como si hablamos de Lithops adultos, siempre debemos regar asegurando que el sustrato nunca quedará encharcado, ya que esta es una de las peores cosas que le pueden pasar a cualquier ejemplar de este género.



En las primeras semanas el sustrato debe permanecer siempre húmedo, pero no encharcado.


Si el propio Desmond T. Cole no se atreve a dar una receta universal de riegos, no voy a ser tan mentecato de hacerlo yo. Lo que sí puedo hacer es contar el método de riegos (pulverizaciones desde arriba) que suelo seguir yo y que, en mis circunstancias, funciona bastante bien:

• Durante el primer mes: un abundante riego desde arriba cada día (hasta que salga agua por los agujeros de drenaje).

• Durante el segundo mes: un abundante riego desde arriba cada dos días, es decir un día sí y un día no.

• Durante el tercer mes: un abundante riego desde arriba cada tres días, es decir un día sí y dos días no.

• Durante el cuarto mes: un abundante riego desde arriba cada cuatro días, es decir un día sí y tres días no.

• Durante el quinto mes: un abundante riego desde arriba cada cinco días, es decir un día sí y cuatro días no.

• Durante el sexto mes: un abundante riego desde arriba cada seis días, es decir un día sí y cinco días no.

• Durante los meses siete, ocho, nueve, diez, once y doce: un abundante riego desde arriba cada siete días, es decir un día sí y seis días no.

• Durante los meses trece, catorce, quince, dieciséis, diecisiete y dieciocho: un abundante riego desde arriba cada catorce días, es decir un día sí y trece días no.

• A continuación se debe trasplantar y tratarle como a cualquier Lithops adulto

Obviamente, esta "receta de riesgos" es sólo orientativa y debe ser adaptada en función de la evolución que se observe en las plántulas.



Tiene ventajas que las plántulas crezcan en "racimos" apoyándose unas en otras.


Las plántulas de Lithops prefieren crecer en pequeños racimos, pero si agrupamos demasiado ejemplares, juntos unos con otros, cuando vayan creciendo se irán levantando unos a otros por la presión que ejercen al crecer y, de esta forma, las raíces de algunos de ellos quedarán en el aire, lo que será perjudicial para las plántulas. Evidentemente, si sucede esto, la mejor solución consiste en trasplantar las plántulas que estén en el centro del racimo, para dejar espacio suficiente a las restantes.

Otro problema derivado de este cultivo de muchas plántulas "arracimadas" es que cualquier enfermedad se propagará muy rápidamente de unas a otras, aunque, según Cole, esto no es demasiado problemático porque no es normal que haya ningún tipo de enfermedad si se las cuida convenientemente.

Una ventaja adicional de mantener las plántulas muy próximas unas de otras es que la lucha por el espacio hará que los ejemplares más fuertes se desarrollen bien y adquieran un tamaño considerable.

Las plántulas no deben ser trasplantadas hasta que tengan, al menos, un año de edad, porque antes su tamaño será demasiado pequeño como para poder manejarlas sin dañarlas. En general Cole prefiere dejar las plantas en la misma maceta durante 18 meses antes de trasplantarlas.

Un hecho cierto es que en su hábitat sólo los ejemplares más saludables prosperan y esta circunstancia conviene mantenerla también cuando sembramos semillas en macetas, por eso es preferible no forzar su crecimiento con riegos excesivos, fertilizantes o abonos, ya que este crecimiento excesivo será perjudicial para la plántula y, además, así estaremos seguros de que las planas que sobreviven, al igual que pasa en la Naturaleza, serán las más fuertes.


Cuando transpalntemos las jovenes plantas ya deben tener unas raices considerables.
En este caso se trata de dos pequeños Lithops divergens var amethystina SH 1323 con excelentes raíces.

Cuando trasplantemos podemos optar por situar los Lithops muy próximos unos de otros, o más separados entre sí (dependiendo de las necesidades de espacio que tenga cada especie y dependiendo también de nuestros gustos), en todo caso siempre debemos dejar, al menos, dos centímetros de especio libre alrededor de cada ejemplar.

La mejor forma de sacarlos de la maceta de siembra es colocando la maceta al revés (boca abajo), dando un golpe en la parte superior de la maceta y teniendo la mano preparada para recoger las plantas, y el sustrato, cuando se desprendan de la maceta. A continuación se debe intentar retirar todo el sustrato hasta dejar la raíz limpia, haciendo esta operación con mucho cuidado para evitar dañar las raíces. Esta operación de trasplante es preferible realizarla, por lo menos una semana después del último riego, de forma que el sustrato estará seco y será más fácil retirarlo de las rices.

En cuanto al sustrato donde se trasplantarán las jóvenes plantas es conveniente que esté seco o, preferiblemente, algo húmedo, de forma que se pueda hacer un pequeño agujero en el que introducir cómodamente las raíces, que previamente habrán sido recortadas. Si el nuevo sustrato está demasiado seco, será imposible hacer un agujero, porque la arena lo cubrirá inmediatamente y no será fácil hacer el trasplante. En todo caso, si lo trasplantamos con sustrato humedecido, es importante asegurar que el hueco realizado para introducir las raíces queda finalmente relleno de sustrato, de forma que las raíces no estén en un hueco sin sustrato, ya que esto dificultaría su crecimiento.

Tanto los Lithops jóvenes como los adolescentes no deben ser trasplantados a macetas de menos 12,5 cm. de altura con agujeros de drenaje. En cuanto a la superficie de la maceta, si utilizamos una maceta diferente para cada ejemplar, lo ideal es que tengan 10 cm. de diámetro, si son redondas, o 10x10 cm. si son cuadradas. Si utilizamos una única maceta para trasplantar varios ejemplares, en general, es preferible emplear macetas aún más grandes.

Una última consideración importante, que sirve tanto para las plántulas, como para los ejemplares adolescentes y adultos de Lithops, es que los Lithops son originarios de amplias praderas situadas en la Republica de Sudáfrica y en Namibia, por lo que están acostumbradas a vivir en lugares bien aireados y con buena iluminación.

Cabe destacar que en muchos casos, lo ejemplares que sobreviven suelen estar situados al Este de algunos arbustos y rocas, que les dan sombra; por lo que en nuestras terrazas o jardines es preferible cultivarlos en lugares con buena luz, pero sin recibir la luz directa del sol más que tres o cuatro horas al principio de cada día.

En todo caso, es fundamental evitar que tanto plántulas como plantas tengan bruscos cambios en cuanto a las condiciones lumínicas. Si cambiamos un Lithops de ubicación de forma que pase de recibir muy poco so a recibir mucho sol, lo más probable es que se nos queme y muera. Así que cualquier cambio que queramos hacer deberá ser realizado de forma gradual.



Una vez que la plántula hace su primera muda ya podemos decir que tenemos un Lithops
en este caso se trata de un Lithops optica 'Rubra'


Y con esto daremos por finalizados estos apuntes sobre el cultivo de Lithops desde semillas. Sólo reiterar que todo el texto escrito en color negro corresponde a un resumen fiel del contenido de un capítulo del libro "Lithops Flowering Stones" de Desmond T. Cole y Nauren A. Cole, mientras que los párrafos, como este, escritos en azul son matizaciones o comentarios míos.



Entre los 12 y 18 meses de edad el Lithops ya estará en condiciones de ser trasplantado a su maceta definitiva.En este casio se trata de un Lithops schwantesii 'Rugosa' (green) con una segunda muda muy avanzada