La provincia de Almería es una región relativamente poco poblada del sudeste de España que reivindica el honor de ser el lugar más soleado de Europa. La zona está rodeada por numerosas montañas que impiden el paso de las lluvias y la retención de la humedad, haciendo que el aire en los valles sea muy seco.
Las precipitaciones son escasas e irregulares y se concentran en dos momentos muy puntuales cada año: primavera y otoño. Las pocas veces que llueve en Almería lo hace de forma torrencial y la mayor parte de la valiosa agua pasa directamente de las colinas al mar, sin que el suelo conserve demasiada humedad. Realmente estas son las condiciones típicas del desierto.
De hecho, como dicen los atlas, el clima de Almería es semiárido. Se trata de un desierto subtropical que se caracteriza por un nivel extremadamente alto de sol, muy poca lluvia y grandes fluctuaciones de temperatura. ¡Igual que en Sudáfrica!
Uno de los habitantes de esta árida provincia es Catherine Arthur, una cultivadora británica de Mesembs que se estableció allí precisamente por el clima cálido y seco y que disfruta, junto a sus plantas, del sorprendente parecido de este desierto español a la sabana sudafricana.
Catherine Arthur es la persona que más ha influido en mi afición a los Lithops. Siempre me ha ayudado de una forma tan generosa como sorprendente. Buena parte de mis mejores Lithops provienen de Almería, pero no es que sean plantas autóctonas de allí, son plantas cultivadas por Catherine Arthur.
Siempre me pareció que sería muy interesante hacer una entrevista a Catherine Arthur para conocer mejor como se las apaña para cultivar Mesembs en el sudeste de España, así que hace algunas semanas se lo propuse y ella accedió. Así que empecemos por la pregunta más obvia:
Manolithops: ¿Realmente es tan parecido el clima de Almería al clima de Sudáfrica? He tenido la suerte de viajar a Sudáfrica y Namibia (aunque fue antes de aficionarme al cultivo de los Lithops, por lo que desaproveché una excelentísima ocasión de ver Lithops en su hábitat) y lo que más me sorprendió de ese clima fue el frio que hacía por las noches y de madrugada. ¡No iba preparado, al menos la primera noche, para pasar tanto frío en África! Sin embargo, aún estando en mi propio país, nunca he experimentado el clima desértico de Almería. Por lo que he podido leer, sí parece que ambos climas son muy similares, pero me gustaría que una persona que vive allí y que también conoce el clima de África del Sur nos de su opinión al respecto.
Catherine Arthur:
Bueno, no sé en qué época del año estuviste en Sudáfrica y Namibia, pero es cierto que aquí en Almería, en el interior, por lo general hay una gran diferencia entre las temperaturas diurnas y nocturnas, manteniéndose esa diferencia más o menos constante a largo de todo el año. Una caída en la temperatura de 20°C durante la noche es tal vez más notable en los meses de invierno, en los que se disfruta durante el día de un clima cálido y agradable, pero se puede llega a sentir un frío helador por la noche. La verdad es que el sur de África abarca un área geográfica tan grande, y con unas condiciones climáticas tan enormemente cambiantes, que todavía estoy tratando de establecer a qué parte de Sudáfrica se asemejan más las condiciones secas y soleadas de Almería. En muchos sentidos creo que Almería es muy similar a Karoo, donde también hay bajas precipitaciones en invierno y aridez extrema en verano. Allí la cantidad de lluvia es normalmente inferior a 250 mm. anuales y las temperaturas superan con regularidad los 40° C en los meses de verano. Las heladas son poco frecuentes y es normal que haya fuertes vientos. Ciudad del Cabo y Almería
están casi a la misma distancia de la línea ecuatorial, pero, puesto que la órbita de la Tierra se acerca más al sol en enero, puede ser que tanto los inviernos como los veranos sean más severos en el hemisferio sur que en el hemisferio norte.
Por supuesto, los mejores jueces de cualquier posible similitud climática pueden ser las propias plantas. En general, he encontrado que las suculentas procedentes de la Provincia Oriental del Cabo luchan aquí desesperadamente por encontrar la humedad que necesitan y la mayoría de las Mesembs costeras, amantes de la neblina, apenas consiguen la humedad necesaria para prosperar en el seco ambiente de Almería. El sol aquí es frecuentemente demasiado fuerte para las plantas procedentes del sudoeste del Cabo e incluso las plantas super-suculentas esferoides del Pequeño Karoo, que son acuafóbicas, terminan fatalmente quemadas por la radiación solar de Almería, que no perdona. Las plantas que habitan en la gran meseta interior del Gran Karoo, evidentemente, hacen frente mejor a la intensidad de los grandes cielos sin nubes y algunas de ellas (las menos sedientas) crecen con facilidad aquí. Las plantas Mesembs son maestras en la conservación del agua, así como en la extrema suculencia de sus hojas, muchas tienen grandes raíces carnosas y/o tallos gruesos, para ayudar a la planta a superar tiempos de estrés por sequía. Las Mesembs que parecen estar como en casa en Almería son las especies de piel dura que están bien adaptadas para conservar el agua durante largos periodos de sequia.
Manolithops: Los Lithops en particular, y todas las Mesembs en general, están bien adaptados a ese clima tan duro pero, aún así, por lo que he leído, buena parte de las plantas que sobreviven en Sudáfrica lo hacen al abrigo de un matorral, o de una roca o de . . . lo que sea que les proporcione un poco de sombra. Me interesa mucho saber cómo haces tú para proteger a tus plantas del intenso sol de Almería. Supongo que no necesitas ningún tipo de invernadero pero, ¿cómo proteges a tus plantas del sol?
Catherine Arthur: Las plantas se cocerían aquí en un instante si estuvieran en el interior de un invernadero, ¡eso si los fuertes vientos no rompen primero el vidrio en mil pedazos! Con los sustitutivos de plástico pasa lo mismo, el clima en el interior se vuelven rápidamente demasiado caliente y húmedo para el tipo de plantas suculentas que me gusta cultivar. De hecho, el clima de aquí es tan duro que tienes toda la razón en que, a pesar de ser plantas adaptadas a vivir en condiciones extremas, sin una sombra parcial de protección muchas Mesembs serían incapaces de tolerar la implacable ferocidad del sol sin filtro alguno. He experimentado cultivando Lithops y otras Mesembs fuera, en el jardín, y ha sido muy instructivo ver lo bien o lo mal que los diferentes taxones se adaptan frente al clima sin ningún tipo de protección. He llegado a la conclusión de que en lugar de un invernadero, una estructura de sombra (un cobertizo) es más adecuada para las plantas que yo quiero cultivar con mis condiciones específicas. Para satisfacer sus necesidades, por lo tanto, he construido unos sencillos marcos de poco peso y los he cubierto con una fina malla negra de sombreo, para reducir la intensidad global de luz solar que llega a las plantas. Estas estructuras también me ayudan a mantener alejados a los indeseables depredadores y a los potenciales polinizadores, además así se maximiza la ventilación y se permite el paso de la preciosa lluvia para que llegue a las macetas que lo necesitan. Durante los meses de invierno tengo unos plásticos dentro de la estructura de sombra, listos para ponerlos encima y proteger de la lluvia a los Lithops y a otras plantas sensibles, a las que pienso que no les gustaría recibir esas precipitaciones. A los Conophytums les pongo una capa extra de sombra durante su letargo de verano y algunas otras plantas tiernas, con patrones de crecimiento invernal diferentes, pasan los meses más calurosos bajo los bancos, moviéndose a un lugar más luminoso sólo cuando sus hojas muestran un nuevo crecimiento con los frescos del otoño.
Manolithops: Muy interesante. A propósito del fuerte calor que hace en verano en Almería, en algunos sitios he leído que a los Lithops les viene bien hacer un parón en los riegos durante la parte más tórrida del verano. Yo, en principio, no hago ese parón, pero tal vez debería hacerlo porque aquí, en Madrid, el mes de agosto es realmente muy caluroso. Estoy convencido de que en pleno mes de agosto en Madrid, en mi terraza orientada al sur en el centro de la ciudad, el calor puede llegar a ser tan insoportable como en Almería. ¿Qué me recomiendas? Aprovechando las fechas en las que estamos, se me ocurre preguntar, sobre si debo hacer una alto en los riegos en pleno verano, de otra forma: "Parar o no parar, esa es la cuestión".
Catherine Arthur:
Buena pregunta. Es muy probable que las temperaturas que se alcanzan en tu terraza, en un día soleado de agosto, puedan coincidir con las del caluroso verano almeriense, así que tú mismo has podido comprobar cómo los Lithops pueden soportar tranquilamente esas severas condiciones, al menos durante cortos períodos de tiempo. Los Lithops absorben agua de una forma muy oportunista y, aunque las plantas son claramente menos activas durante los meses de calor extremo, no parece que, de forma natural, requieran durante el verano unas vacaciones en el riego para prosperar. Pero, incluso aún no necesitando una parada en el riego durante la parte más calurosa del año, los Lithops pueden sobrevivir fácilmente a las sequías veraniegas y, aún así, producir flores y frutos en otoño, así como nuevos cuerpos en la primavera siguiente. Sin riegos de verano los Lithops pueden reducir su tamaño temporalmente y llegar a desaparecer bajo la caliente superficie del suelo y/o tener un aspecto arrugado durante algún tiempo, pero la parte fundamental de su cuerpo permanecerá profundamente enterrada y así estará protegida de los peligrosos niveles de calor por encima de la superficie del suelo y sus hojas, muy pronto, volverán a animarse de nuevo cuando las temperaturas disminuyan y reciban un riego oportuno que sacie su sed.
Durante julio y agosto es cuando más me preocupo por un posible sobrecalentamiento de mis Lithops y, además de proporcionarles una buena sombra y una ventilación adecuada, podría ser que dejar secas las macetas en este momento también pueda ayudar a evitar desastres - las macetas húmedas pueden retener más calor que las macetas secas - y aquí, en Almería, puede ser más seguro suprimir el agua durante, más o menos, seis semanas en la parte más cálida del verano, que arriesgarse a que las plantas se cuezan en un suelo húmedo. Después de que se me "cocinaran" unos preciosos dorotheae jóvenes en su maceta, hasta llegar a morir, en una tarde de julio, ya no he vuelto a trasplantar plantas, o plántulas, en esta época del año. Siempre me preocupo mucho cuando las temperaturas nocturnas se mantienen, durante días o incluso semanas, por encima de 25°C, porque en esas condiciones, ni las plantas ni su entorno tienen la oportunidad de refrescarse un poco de vez en cuando. En ese caso yo, normalmente, suelo pulverizar ligeramente a mis Lithops, que están estresados por tanto calor, a última hora de las tardes, sólo lo necesario para que puedan refrescar sus caras.
Parece poco probable que los Lithops que crecen libremente en su hábitat en el sur de África se vean normalmente expuestos a temperaturas tan altas como nuestras plantas nacidas en España. Por razones de espacio, coste y optimización, la mayoría de mis Lithops crecen en macetas comunales cuadradas de plástico negro, que son especialmente eficientes en cuanto a absorción del calor y en evitar la evaporación del agua, por lo tanto corro el riesgo de que, fácil y rápidamente, se conviertan en macetas demasiado calurosas durante el verano. No tengo ni idea del tamaño o la capacidad térmica de tus macetas, así que espero que me perdones por no ofrecerte una orientación específica respecto de cómo regar en Madrid durante el verano. Pero tu experiencia hasta la fecha demuestra que, al menos en tu caso, es posible regar tus plantas con seguridad durante todo el verano y, a pesar de que las temperaturas diurnas sean insoportables en tu terraza en agosto, tus macetas normalmente no llegan a estar suficientemente calientes, durante el tiempo necesario, como para dañar a los Lithops que cultivas en ellas.
Manolithops: Si continuamos con el tema de los riegos, tengo la sensación de que yo riego demasiado a mis Lithops. Por lo general mis plantas, sin llegar a estar excesivamente gordas, tienden a crecer más de lo que tal vez sea conveniente. He estado echando cuentas y creo que, en promedio, vengo a dar unos diez riegos a mis Lithops a lo largo del año. Siempre hago un parón en invierno, después de que las flores se hayan secado y vuelvo a empezar a regar en primavera, cuando la muda ya ha terminando. Así que concentro esos diez riegos, más o menos, de forma regular a lo largo de siete u ocho meses. ¿Qué opinas? ¿Crees que debo reducir la frecuencia de los riegos? ¿Qué haces tú en Almería?
Catherine Arthur:
No especificas la cantidad de agua administras periódicamente ni si tus plantas están expuestas, o protegidas, de las precipitaciones que se producen naturalmente, pero, a juzgar por las fotos que tienes de un montón de Lithops cultivados en casa, cuyo aspecto es muy saludable, yo diría que lo estás haciendo evidentemente bien. Si tus plantas están creciendo demasiado para tu gusto, entonces sí, dándoles menos agua, se limitará algo su crecimiento. Ten en cuenta que tanto la niebla como el rocío, que se puedan producir en algunos momentos a largo del año, también contribuyen de manera significativa en la aportación de humedad a las plantas cultivadas al aire libre.
Al igual que tú, yo también dejo de regar mis Lithops adultos durante los meses de invierno, además yo también suelo dejar de regar cuando las temperaturas alcanzan su pico máximo en verano. Por lo tanto, mis macetas de Lithops están esencialmente secas entre noviembre y abril, y también de mediados de julio a mediados de agosto, por lo que todos los riegos se concentran durante los restantes meses del año. A mí me gusta dejar que mis plantas reciban directamente, en primavera y en otoño, las lluvias que caen naturalmente desde el cielo, así que mis Lithops sólo suelen necesitar para mantenerse felices y saludables, por mi parte, dos o tres buenos riegos más durante el año: suelo regarlos una vez en algún momento de mayo/junio; luego de nuevo hacia el final del mes de agosto; y finalmente una vez más en septiembre/octubre. Todo en función del tiempo que haga y de la duración de las posibles precipitaciones naturales.
Ten en cuenta que el crecimiento de estas plantas está condicionado no sólo por la temporización/frecuencia de riego, sino también por el tamaño de la maceta y la cantidad de agua que puede retener. Además, el número de ejemplares que compiten por el espacio en una maceta también influirá en el tamaño que cada planta pueda llegar a alcanzar. Es difícil individualizar todos los factores que contribuyen al crecimiento, pero entre los Lithops salvajes también se suelen ver algunos con formas más pequeñas debido a que habitan en suelos menos profundos y, en este sentido, la restricción de espacio en la maceta, a menudo, puede ser una solución muy eficaz para frenar el crecimiento no deseado de algún Lithops, eso puede llegar a ser incluso más eficaz que reducir la frecuencia de los riegos. Del mismo modo, la coexistencia de varias plantas en una única maceta también asegura que el crecimiento individual será más limitado: Por ejemplo, una docena de Lithops de doble-cabeza pueden crecen felizmente en una maceta cuadrada de 13 cm., y su aspecto será más limpio, más compacto, y por lo general más atractivo, según mi gusto, que si cultiváramos a la mitad de ejemplares en una maceta del mismo tamaño, donde tendrían un aspecto algo mas hinchado.
Manolithops: Muchísimas gracias por una respuesta tan completa. Me comentabas antes que con las estructuras de sombra que pones a tus Lithops evitas que estén al alcance de los depredadores. ¿Qué tipo de depredadores naturales hay en Almería? ¡Supongo que no serán los mismos que en Sudáfrica! ... y, en cuanto a las posibles enfermedades: ¿Utilizas algún tipo de tratamiento, preventivo o correctivo, para evitarlas? Cultivando los Lithops en macetas comunales supongo que el riesgo de contagio será relativamente alto, en caso de que algún insecto traiga con él algún indeseable virus . . . o alguna perniciosa bacteria . . . o lo que sea.
Catherine Arthur:
En realidad, sospecho que buena parte de los mismos depredadores que se encuentran en África del Sur también podría ser una amenaza para mis plantas aquí en España. Aquí no tenemos babuinos, ni puercoespines, ni antílopes, pero hay cabras salvajes y cabras montesas que pueden roer casi cualquier tipo de planta que se encuentren en su camino. Lo mismo pasa con jabalíes, conejos, roedores en general y algunas aves que, sin ninguna duda, mostrarían un gran interés en los Lithops, tal como sucede su hábitat natural, haciendo que mis plantas estuvieran desprotegidas en el caso de que estos depredadores se las arreglan para colarse de alguna manera en los cobertizos. También otros depredadores más pequeños estarían muy contentos mascando mis Lithops, incluyendo en este caso a caracoles, varios integrantes de alto poder destructivo del orden de los ortópteros (es decir: saltamontes, grillos y langostas), así como las hambrientas larvas de mariposas y polillas. Es imprescindible tener una vigilancia constante y hacer patrullas regulares para garantizar que estas plagas se mantienen fuera de los recintos y lejos de mis plantas.
Las plantas cultivadas en macetas comunales pueden estar, de hecho están, expuestas a un mayor riesgo de infección viral o bacteriana, habiendo, eso sí, algunas especies que parecen están menos dispuestas a compartir maceta que otras. La mayoría de la enfermedades atacan durante los períodos fríos y húmedos, de los que, afortunadamente, tengo relativamente pocos. Mantener las macetas secas durante la mayor parte del año ayuda a reducir el riesgo de que las plantas contraigan alguna enfermedad. Con una cuidadosa observación diaria, especialmente durante el invierno, se minimizan los daños y las muertes, ya que se pueden retirar rápidamente los especímenes enfermos y mantenerlos asilados para evitar cualquier que la posible podredumbre se extienda.
Manolithops: Volviendo al tema de la similitud entre el clima del Almería y el hábitat natural de los Lithops. Sé que no es deseable introducir especies foráneas en un hábitat, ni en España ni en ningún lugar del mundo. Y, por supuesto, no se trata de una propuesta real, pero me pregunto si crees que un Lithops podría vivir en los desiertos de Almería sin ningún tipo de ayuda adicional. Se adaptaría y podría llegar a prosperar un Lithops en medio del campo. ¡Él solito!
Catherine Arthur: No sé si prosperaría, pero estoy segura de que algunos Lithops podría sobrevivir solos aquí, en el desierto, y en otros lugares, en microambientes-nicho adecuados. Aunque técnicamente sean especies foráneas, sería absurdo considerar a los Lithops cómo una amenaza o como especies invasoras, especialmente teniendo en cuenta que tienen unos requisitos tan específicos que la mayoría de los hábitats naturales simplemente no los pueden satisfacer. No tengo ningún reparo en liberar Lithops en mi jardín y observar cómo se desenvuelven sin mí, de hecho, puede ser muy instructivo, ¡una manera fascinante para aprender sobre las plantas y sus sensibilidades únicas!
Manolithops:
Desde que tuve la suerte de conocerte he aprendido mucho sobre los Lithops de ti. Pero esta entrevista está siendo una ocasión estupenda de consolidar muchas de esas cosas que me has enseñado. Es un gustazo hablar contigo sobre Lithops. Así que no voy a desaprovechar esta oportunidad para hacerte un par de preguntas que, aunque no están directamente relacionadas con el tema principal del que estamos hablando (los Lithops en Almería) me tienen algo preocupado desde hace algún tiempo:
La primera pregunta es sobre el comportamiento "caprichoso" de algunos Lithops. Con el paso del tiempo, más o menos, voy controlando cosas sobre su cultivo, pero a veces, sin motivo aparente, algunos de ellos - afortunadamente una clara minoría - "toman decisiones equivocadas". Por ejemplo: un año no renuevan sus hojas; o reducen sustancialmente su tamaño (yo les llamo Lithops subdesarrollados); o muestran unas formas extrañas (en un caso he tenido un Lithops que, al mudar, en lugar de producir dos nuevas hojas, sacó una única masa con aspecto de malformación), . . . Me temo que es "la pregunta del millón" pero, ¿a que se deben estos comportamientos anómalos?
Catherine Arthur:
¡Es realmente curioso lo caprichosos que pueden llegar a ser los Lithops! Pero me temo que probablemente hay tantas razones para sus extraños comportamientos, como formas raras de comportarse. Tal vez, sin darnos cuenta, hemos perturbado la planta durante un trasplante, o le hemos suministrado un sustrato más rico en nutrientes, o nos hemos movido la maceta a una nueva ubicación, o hemos cambiamos la condiciones de luz/riego, o las temperaturas han sido demasiado extremas, o las deformidades son de tipo hereditario, o ... Con frecuencia la causa de cualquier anomalía continuará siendo un misterio para siempre, pero a veces el examen de las raíces puede proporcionar pistas sobre por qué una planta no es feliz (la estructura de la raíz puede estar claramente dañada o restringida de alguna manera y eso puede impedir el normal crecimiento de las hojas).
La buena noticia es que cuanto más tiempo llevo cultivando Lithops, menos número de "decisiones equivocadas" parecen tomar mis plantas, así que tengo que preguntarme hasta qué punto son nuestras propias malas prácticas y nuestras decisiones equivocadas las juegan un papel importante en la producción/reproducción de las anomalías que vemos. Cada vez estoy más convencida de que mediante ajustes cuidadosos de nuestros procedimientos de cultivo, podemos aprender a optimizar las condiciones para nuestras plantas y animarles a "tomar las decisiones correctas". Continuar observando cuidadosamente las plantas y atender a sus respuestas, esta es realmente la mejor manera de lograr un mayor entendimiento de sus comportamientos. A medida que vamos mejorando las condiciones y las técnicas de cultivo, sospecho que nuestras felices plantas nos recompensarán con un crecimiento cada vez más consistente.
Manolithops:
La otra "pregunta particular" que me gustaría hacerte está relacionada con el cultivo de Lithops desde semillas. Es un auténtico placer llegar a conseguir Lithops adultos partiendo de cero, aunque a cambio de ese placer hay que estar dispuesto a ser muy paciente y esperar no menos de tres años hasta llegar a la meta. En ese largo proceso, según creo, hay un par de momentos críticos:
(1) Casi siempre una enorme mayoría de las semillas germina y, además, lo hace rápidamente. Pero la tercera y cuarta semana de vida, cuando se les va exponiendo algo más al sol, se producen muchas bajas.
Yo aplico casi siempre el mismo procedimiento para cultivar Lithops desde semilla pero los resultados que obtengo son muy dispares: a veces consigo que un alto porcentaje de las plántulas que germinaron superen el primer año de vida (a partir de ese momento todo es más fácil), pero otras veces los porcentajes son raquíticos (incluso algunas veces llegan al 0%). La pregunta es sencilla de hacer: ¿Una experta en el tema como tú tiene también resultados tan dispares . . . o consigues esa fiabilidad y consistencia que yo no logro alcanzar?
(2) El segundo momento crítico es cuando, el cuarto o quinto mes, se produce la primera muda. También en ese momento, aunque no tanto como en el caso anterior, suelen morir algunas plántulas.
Catherine Arthur:
Comparto tu placer y entusiasmo con cultivar Lithops a partir de semillas - es una tarea muy gratificante - y sí, ¡yo también tengo resultados variables! Pero, sin embargo, ahora son menos variables de lo que solían ser, y atribuyo esa mejora a que, de alguna manera, con el paso del tiempo, he ido perfeccionado mis técnicas y, además, a que, por lo general, en estos momentos sólo siembro semillas de cosecha propia. Mi experiencia previa, en cuanto al cultivo de Lithops desde semilla, es que podemos esperar unos resultados que pueden ser impredecibles y muy variables, especialmente cuando las semillas provienen de diversos proveedores. En todo caso, utilizar semillas viables, agua limpia, un sustrato fresco y sembrar en el momento preciso puede ayudar a que se produzca una buena germinación e influir en las tasas de supervivencia posteriores. Según la bibliografía disponible, la estación, las condiciones atmosféricas locales e incluso la fase lunar en el momento de la siembra potencialmente pueden desempeñar algún papel en nuestros éxitos y fracasos. Sin duda, en este aspecto, es necesaria la técnica de ensayo y error, ya que nuestras condiciones particulares serán siempre únicas.
Por un lado, los Lithops bebé puede llegar a ser increíblemente fuertes y resistentes a la sequía, pero por otro lado, como tú mismo has podido comprobar, a la vez pueden llegar ser extremadamente sensibles y propensos a una impactante muerte repentina cuando las condiciones no son las apropiadas. El daño en las plántulas jóvenes, generalmente suele ser el resultado de haber recibido demasiada, o insuficiente, cantidad de luz o de agua. Sospecho que la mayor parte de los casos problemáticos que mencionas en tu pregunta puede entenderse en este sentido: las bajas iniciales son posiblemente debidas a rápidos, y perjudiciales, cambios en la intensidad de la luz, mientras que las muertes posteriores pueden deberse a un exceso de agua. Con algunos ajustes menores en tus procedimientos de cultivo en estos momentos tan delicados y reduciendo estos riesgos la obtención de resultados más favorables deben ser bastante sencilla.
Yo me esfuerzo mucho en no regar en exceso a mis jóvenes plántulas para animarlas a enraizar y para evitar la putrefacción. Mis semilleros sólo tienen un riego completo una vez al mes durante los primeros meses de su vida y dejo que las macetas se sequen casi por completo durante la primera muda (sólo vuelvo a regar de nuevo después de que las hojas nuevas hayan surgido plenamente). Cuando llega el primer cumpleaños de un semillero, sin duda, uno siente que ha llegado a un hito de seguridad para las plantas de ese semillero y ese suele ser el momento en el que yo realizo un trasplante desde las apretujadas macetas de siembra a unos recipientes más amplios. Yo mantengo a mis plántulas jóvenes recién trasplantadas bajo una red, que produce una capa adicional de sombra, hasta que pasen algunas semanas más, momento en el que considero que ya se han restablecido sus condiciones normales y están listos para aguantar una luz más brillante. Una vez asentados en su nueva maceta, los jóvenes Lithops pueden ser movidos, de forma segura, en un lugar más soleado y tratados igual que el resto de macetas con Lithops adultos.
Mis plantas me recuerdan de vez en cuando lo poco que realmente sé acerca de ellas. A pesar de tener bastantes años de experiencia y de haber cultivado muchos miles de estas extraordinarias joyas de otro mundo, en este clima casi perfecto de Almería, estoy encantada de reconocer que los Lithops continúan siendo un misterio, casi mágico, para mí. Supongo que el mejor consejo que puedo ofrecer con respecto al cultivo de Lithops desde semilla es: no dejar nunca de intentar conseguir mejores resultados (nuestros métodos de cultivo y nuestras prácticas de siembra siempre se puede mejorar). ¡La lucha para conseguir una mayor fiabilidad y consistencia es parte de la diversión! ¿O no lo es?
Me ha encantado esta última respuesta. Yo, últimamente, he tenido una gran inquietud en cuanto a que, más o menos, cultivo a mis Lithops adultos de una forma que es coherente con sus condiciones naturales de vida, pero, en cambio, la forma en que trato a mis jóvenes plántulas es muy diferente a sus condiciones naturales. Después de esta respuesta me doy cuenta de que mi error consiste en "mimar" demasiado a mis plántulas durante los primeros meses. Sin duda tendré esto muy en cuenta en mis próximos semilleros.
Ha sido muy enriquecedor para mí poder mantener esta interesante charla con Catherine Arthur. He aprendido muchas cosas. Yo, normalmente, no soy demasiado nacionalista, así que no me enorgullezco de las cosas buenas que pasan en mi país (¡tampoco me avergüenzo de las malas!) pero debo reconocer que siento una extraña alegría por el hecho de que una persona como Catherine Arthur esté viviendo aquí, entre nosotros, cultivando sus plantas suculentas en Almería.
Para terminar tengo que decir que no estoy de acuerdo en una cosa con Catherine Arthur. Ella nos acaba de decir: "Mis plantas me recuerdan de vez en cuando lo poco que realmente sé acerca de ellas". Yo tengo la suerte de tener en casa unos cuantos Lithops de Catherine. Se trata de plantas que ella cultivó desde semilla y luego, generosamente, me las regaló cuando ya eran adultos. Son ejemplares valiosos, de los difíciles de conseguir . . . y todos estos Lithops a mí me dicen continuamente lo contrario. Me dicen lo mucho que sabe Catherine Arthur sobre estas preciosas plantas y, sobre todo, el entusiasmo que trasmite al hablar de ellas. ¡Muchísimas gracias Catherine!
The province of Almeria is a relatively scarcely populated region of southeastern Spain which claims the honour of being the sunniest spot in Europe. The area is surrounded by numerous mountains that prevent the passage of rains and retain moisture, causing the air in the lower valleys to stay very dry.
Rainfall is scarce and irregular and is focused on two very specific times of the year: spring and autumn. The few times it rains in Almeria it does so in torrents, with much of the valuable water washing straight off the hills and into the sea without the soil retaining much moisture. These are real desert conditions.
In fact, as the atlases state, the climate in Almeria is semi-arid - a subtropical-desert characterized by an extremely high level of sunshine, very little rain and large temperature fluctuations. Just like South Africa!
One of the inhabitants of this arid province is Catherine Arthur, a British Mesemb grower who settled there precisely because of the hot dry weather and who, along with her plants, enjoys the striking resemblance of the Spanish desert to the South African veld.
Catherine Arthur is the person who has most influenced my fondness for Lithops. Her help has always been as surprising as it is generous. Many of my best Lithops come from Almeria, not because there are native Lithops in Almeria, but because they are plants grown by Catherine Arthur.
I always thought it would be interesting to learn more about how Catherine Arthur manages to cultivate Mesembs in southeastern Spain, so some weeks ago I proposed an interview and she agreed. So let's start with the most obvious question:
Manolithops: Is the climate in Almeria really so much like the South African climate? I have been fortunate to travel to South Africa and Namibia (although it was before my fondness for Lithops, so I wasted an excellent chance to see Lithops in habitat) and what surprised me most were the cold nights and early mornings. I was not prepared, at least that first night, for such coldness in Africa! But, even though it's in my own country, I have never experienced the desert-like conditions of Almeria. From what I've read it seems that both climates are really similar but I would like a person who lives there and who also knows the South African climate to give us her opinion.
Catherine Arthur:
Well, I don't know what time of year you visited South Africa and
Namibia but it's true that here in inland Almeria there's usually a big
difference between night and daytime temperatures, with this difference
more or less constant throughout the year. A 20°C overnight drop in
temperature is perhaps most notable in the cooler winter months when it
might feel nice and warm in the sun by day but icy-cold at night. The
truth is that southern Africa encompasses such a massive geographic area
with such hugely varying climatic conditions that I'm still trying to
establish which South African region Almeria's dry and sunny conditions
most resemble. In many ways it's very Karoo-like here, with low winter
rainfall and extreme summer aridity - rainfall is typically less than
250 mm per year and temperatures regularly exceed 40°C in the summer
months. Frosts are rare and strong winds common. Cape Town and Almeria
are almost equidistant from the equator but, since the Earth orbits
closest to the sun in January, it may be that both winters and summers
are more severe in the southern hemisphere than in the north.
Of course the best judges of any climatic similarities may well be the
plants themselves. In general I've found that Eastern Cape succulents
struggle desperately to find the moisture they need here, and most
fog-loving coastal Mesembs just don't get sufficient heavy mistings in
the dry Almeria air to thrive. The sunshine here is easily too strong
for southwestern Cape plants and even the super-succulent aquaphobic
spheroids from the Little Karoo are fatally scorched by Almeria's
unforgiving solar radiation. Plants inhabiting the large inland plateau
that is the Great Karoo evidently cope better with the full intensity of
big bright skies and some of the less thirsty of these can grow happily
here. Mesembs are masters of water conservation and, as well as extreme
leaf succulence, many have big fleshy roots and/or thick stems to help
them through times of drought stress. The Mesembs that seem most at home
in Almeria are tough-skinned species which are well-adapted to
conserving water during lengthy periods of drought.
Manolithops: Lithops in particular, and Mesembs in general, are well adapted to this harsh climate but still, from what I've read, most of the plants that survive in South Africa do so in the shelter of a bush or a rock or. . . whatever can provide them some shade. I am very interested to know what you do to protect your plants from the intense sun in Almeria. I guess you don't need a greenhouse but, how do you protect your plants against the sun?
Catherine Arthur: Plants would cook in an instant inside a glasshouse here, and that's if the severe winds didn't smash the glass to pieces first! Plastic substitutes likewise quickly become way too hot and humid for the succulents I prefer to grow. It is indeed a harsh climate here and you're quite right that despite their adaptations to extreme conditions, without partial shade protection many Mesembs are unable to tolerate the relentless ferocity of direct sun. I have experimented with planting Lithops and other Mesembs out in the garden and it has been highly instructive to see how well or how badly the different taxa cope without any protection whatsoever. I've concluded that instead of a greenhouse, shadehouses are most suitable for the plants I want to grow under my specific conditions. To meet their needs I've therefore constructed simple light-weight frames covered with fine-meshed black shade-netting to reduce the overall intensity of sunlight reaching the plants. These structures also help keep out undesirable predators and potential pollinators whilst maximizing ventilation and permitting precious rain to water any pots that need it. During the winter months I have plastic sheeting inside the shadehouse ready to pull over and shelter the Lithops and other sensitive plants from any rainfall I decide they might not appreciate. The Conophytums are given an extra shade layer during their summer dormancy and some other tender plants with distinct winter-growing phases spend the hottest months under the benches, moving to a brighter spot only when their leaves show fresh new autumn growth.
Manolithops: Very interesting! Regarding the strong summer heat in Almería, in some places I've read that Lithops want a break in watering during the most torrid part of the summer. I, in principle, do not make that watering break, but probably I should do because, here in Madrid, August is really hot. I am convinced that in the month of August in Madrid (on my south-facing terrace in the center of the city), heat can become just as unbearable as in Almería. What do you recommend for me? Taking advantage of the current date, it occurs to me to ask (whether to make a break in irrigation in summer): "Stop or not stop, that is the question".
Catherine Arthur:
It's a good question. It’s very likely the temperatures reached on your terrace on a sunny August day can match the Almerían heat so you'll have seen how Lithops quite happily endure such severe conditions, at least for short periods. Water uptake in Lithops is broadly opportunistic and, although plants are visibly less active in extreme heat, they do not seem to naturally require a summer break in watering to thrive. But even if they don’t actually need watering to stop during the hottest part of the year, Lithops can clearly survive summer droughts and still produce flowers and fruits in autumn as well as new bodies the following spring. Without summer waterings Lithops may temporarily shrink and disappear under the hot soil surface and/or appear wrinkled for a while, but deeper underground their core body parts remain insulated from dangerous levels of heat, and their leaves very soon perk up again when temperatures decrease and a timely watering quenches their thirst.
July and August is when I worry most about my Lithops overheating and, as well as providing adequate shade and ventilation, it might be that letting pots dry out at this time also helps prevent disaster – wet pots can hold more heat than dry ones and here in Almería it may be safer to withhold water for six weeks or so during the hottest part of the summer than risk boiling plants in wet soil. After cooking a pot of lovely young dorotheae transplants to death one July afternoon I will no longer repot plants or transplant seedlings around this time of year and I'm especially concerned when night-time temperatures remain above 25°C for days or even weeks on end as this provides little opportunity for the plants or their surroundings to cool down sufficiently. I will occasionally give heat-stressed Lithops a very light misting on a balmy summer evening, just enough to freshen their hot faces.
It seems unlikely Lithops growing freely in the ground in their southern African habitat are commonly exposed to such high temperatures as our Spanish-born plants. For reasons of space, cost, and water efficiency, most of my cultivated Lithops grow in communal square black plastic containers which are particularly good at absorbing heat and preventing evaporation and which can therefore easily and rapidly become uncomfortably hot. I have no idea of the size or thermal capacities of your pots so I hope you'll forgive me for not offering specific advice regarding summer watering in Madrid. Your experience so far proves it's at least possible for you to safely water your plants throughout the summer and that, despite the unbearable day-time temperatures on your terrace in August, your pots don’t usually get hot enough for long enough to harm the Lithops within.
Manolithops: If we continue with the theme of the watering, I have the feeling I water my Lithops too much. Usually my plants, without becoming too fat, tend to grow more than is desirable. I've been counting and I think, on average, I give my Lithops about ten waterings throughout the year. I always make a break in winter, after the flowers have dried, and I start watering again in the spring when their leaf-change is complete. So I concentrate those ten waterings, more or less, regularly over seven or eight months. What do you think? Do you think I should reduce the frequency of watering? What do you do in Almeria?
Catherine Arthur:
You don’t specify the quantity of water you regularly administer nor whether your plants are exposed to or sheltered from any rainfall but, judging by the photos of your healthy-looking home-grown Lithops, you’re evidently doing plenty right. If your plants are growing too much for your liking then yes, giving them less water should constrain them to some extent. Bear in mind that fog and heavy dews can also contribute significantly to the amount of moisture outdoor plants are exposed to over the year.
Like you, I stop watering my adult Lithops over the winter months plus. I also usually withhold water when temperatures peak in summer. My Lithops pots are therefore essentially dry between November-April and mid-July-mid-August so it's inevitable that any waterings will be concentrated over the remaining months. Since I prefer my plants to receive spring and autumn rains direct from the sky, the Lithops may need only another two or three good waterings from me over the year to stay happy and healthy – I might water them sometime in May/June, then again towards the end of August and once more in September/October, depending on the timing and duration of any local rainfall.
Note that plant growth is limited not only by the timing/frequency of watering but also by the size of the pot and the amount of water it holds. In addition, the number of individuals competing for space in a pot will influence the size each plant attains. It’s difficult to tease apart all the contributing factors, but amongst wild Lithops we typically see the smallest forms inhabiting the shallowest soils and in this respect restricting pot size can often be a more effective solution for curbing unwanted growth in Lithops than reducing the frequency of watering. Likewise, housing multiple plants in a single pot ensures individual growth is limited – a dozen double-headers growing happily in a 13cm square pot will be neater, more compact, and generally more attractive to me than half as many larger but somewhat bloated-looking double-headers filling the same-sized space.
Manolithops: Thank you for such a complete answer. You said before that with the shade houses, you avoid your Lithops being within the reach of predators. What kind of natural predators are there in Almeria? I guess these will not be the same kind of predators as in South Africa! ... And, with respect to possible diseases: Growing Lithops in communal pots, probably the risk of infection is relatively high, for example if some insect brings with it some unwanted virus. . . or some pernicious bacteria. . . or whatever. Do you use any kind of treatment, preventive or corrective, to avoid them?
Catherine Arthur:
Actually, I suspect many of the same predators found in South Africa could also be a threat to my plants here in Spain. We don't have baboons or porcupines or antelope, but there are local ibex and wild goats that will gnaw almost any plant form they happen upon. Wild boar, rabbits, rodents and some birds would doubtless show a keen interest in the Lithops, as they do in their natural habitat, were my plants inadequately protected. Should they manage to somehow sneak into the shadehouses, smaller predators will happily munch on Lithops too, including snails, various highly destructive Orthoptera (i.e. grasshoppers, crickets, locusts), and the hungry larvae of butterflies and moths. Constant vigilance and regular patrols are required to ensure these pests are kept out of the enclosures and away from my plants.
Plants in communal pots may indeed be exposed to greater risk of viral or bacterial infection, with some species seemingly less happy to share a pot than others. Most disease strikes during cold, damp periods of which I'm fortunate to have relatively few, and keeping pots dry for most of the year helps reduce risk of ill-health. With careful daily observation, especially during the wintertime, damage and fatalities are minimised as sickly specimens can be quickly removed and isolated to prevent any potential rot spreading.
Manolithops: Let us return to the similarity between the climate of Almeria and the natural habitat of Lithops. I know it is not desirable to introduce alien species to a habitat, neither in Spain nor anywhere else in the world. And, of course, this it is not a real proposal, but I wonder if you think a Lithops could live in the deserts of Almeria without any additional help. Are Lithops capable of adapting and thriving in the countryside there? Absolutely alone!
Catherine Arthur: I don't know about thriving, but I'm confident some Lithops could survive alone in the wilderness here, and elsewhere, in suitable niche microenvironments. Although they are technically aliens, it would be absurd to consider Lithops threatening or invasive, especially given that they have such specific requirements which most natural habitats simply cannot consistently meet. I have no qualms about releasing Lithops into my garden and observing how they get along without me, in fact it can be highly instructive - a fascinating way to learn about the plants and their unique sensitivities!
Manolithops:
Since I was fortunate to meet you, I've learned a lot about Lithops with you. But this interview is a great opportunity to consolidate many of those things you've taught me. It's a great pleasure to talk with you about Lithops and I cannot miss this opportunity to ask you a couple of questions about things which I have been a little worried for some time:
The first question is about the "capricious" behaviour of some Lithops. Over time, more or less, I'm able to control aspects of their growth but sometimes, for no apparent reason, some of them - fortunately a clear minority - "make wrong decisions". For example: one year they do not renew their leaves; or they will substantially reduce in size (I call those Lithops underdeveloped); or they show strange forms (in one case I had a Lithops that, instead of producing two new leaves, became a single mass, like a malformation). . . I'm afraid it is "the million dollar question" . . . but . . . Why these anomalous behaviours?
Catherine Arthur:
It's certainly curious how capricious Lithops can be! But I'm afraid there are probably as many reasons for their odd behaviours as there are unique malformations. Perhaps we unknowingly upset the plant during a transplant, or have given it a more nutrient-rich substrate, or we've moved the pot to a new bench location, or changed its light/watering regime, or temperatures have been too extreme, or the deformities are inherited, or ... ? Frequently the cause of any abnormality will remain a mystery but sometimes examining the roots can provide clues as to why a plant is unhappy - its root structure may be clearly damaged or constrained in some way that's distorting leaf growth.
The good news is that the longer I've been growing Lithops, the fewer 'wrong decisions' my plants seem to make and I have to wonder how much our own clumsy or misguided horticultural practices play a role in producing/reproducing the anomalies we see. But I remain ever-hopeful that through careful adjustments of our procedures we can learn to optimise conditions for our plants and encourage them to 'make right decisions' instead. Keep on closely observing your plants and monitoring your responses to them, this really is the best way to achieve greater insight into their behaviours. As you continue to improve your growing conditions and techniques I suspect your happy plants will continue to reward you with increasingly consistent growth.
Manolithops:
My other question is related to the cultivation of Lithops from seeds. It is a real pleasure to be able to get adults Lithops from scratch, but in exchange for this pleasure one must be willing to be very patient and wait at least three years to reach the goal. In this long process, I think there are a couple of critical moments:
(1) Almost always a huge majority of seeds germinate and they do it fast. But in the third and fourth week of life, when they are increasingly exposed to more sun, there are many casualties.
I apply almost always the same procedures for growing Lithops from seed but the results I get are very different: sometimes I get a high percentage of seedlings which survive their first year of life (from that moment everything is easier) but other times the percentages are much smaller (sometimes even 0% germination!). My question is simple: Does an experienced grower like you also get such varied results... or do you attain the reliability and consistency that I cannot reach?
(2) The second critical moment is when, during the fourth or fifth month, the first moult occurs. Also at that time, although not as much as in the previous case, some seedlings die.
Catherine Arthur:
I share your pleasure and enthusiasm for raising Lithops from seed - it's an incredibly rewarding endeavour - and yes I do get varied results! They're less varied than I used to get, however, and I attribute this to having honed my techniques somewhat over the years plus the fact that it’s usually reliable home-grown seed I sow these days. My experience has been that the outcome of a seed-sowing venture really can be highly unpredictable and that some variation in germination success must be expected, especially when seed is sourced from diverse suppliers. As well as healthy, viable seed and the use of clean water and fresh substrate, the precise timing of sowing can also promote germination and influence subsequent survival rates. According to available literature, the season, the local atmospheric conditions, and even the current lunar phase can potentially play a role in our successes and failures. Trial and error is recommended here - your particular conditions will be unique.
On the one hand baby Lithops can be incredibly tough and drought resistant but then, as you've witnessed, they are simultaneously renowned for being extremely sensitive, prone to sudden shocking decay when conditions are inappropriate. Damage to young seedlings is usually the result of them having received too much or not enough light or water, and I suspect both of the troublesome instances you mention in your question can be understood in this respect - your initial casualties are possibly due to rapid/harmful changes in light intensity whilst the later fatalities may be due to overwatering. With some minor adjustments to your procedures at these delicate times, reducing these particular risks and gaining more favourable results should be fairly straight-forward.
I try hard not to overwater very young seedlings for fear of encouraging rot and widespread damping off. My seedling pots get a full soaking about once a month for the first few months of their lives although I let the pots dry out almost completely during moulting - I'll water them again only after the new leaves have fully emerged. Their first birthday certainly feels like a safe milestone for seedlings to reach and it's around this time that I aim to transplant mine from their cramped birthing pot into more spacious containers. My youngest seedlings are kept under an extra layer of shade-netting and any newly-transplanted specimens spend a few more weeks sharing these shadier conditions before they're considered re-established and ready to face brighter light. Settled contentedly in their new pot, the youngsters can be safely moved into a sunnier position and treated just like the other pots of adult Lithops.
My plants still regularly remind me of how little I really know about them. Despite more than a few years of experience growing many thousands of these extraordinary other-worldly gems in this near-perfect climate here in Almeria, I’m delighted to admit that Lithops remain a magical mystery to me. I suppose the best advice I can offer regarding growing Lithops from seed is: don't give up trying to achieve better results - our specific growing and sowing practices can always be improved. Striving for greater reliability and consistency is all part of the fun! Isn't it?
I'm charmed by this last answer. Lately I've had great concerns that, more or less, I grow my adult Lithops in a way that is consistent with their natural living conditions but, on the other hand, the way I treat my young seedlings it is very different from their natural conditions. After this response, I realize my mistake is to "pamper" my seedlings too much during their first months. No doubt I'll have this in mind for my next seedbeds.
It has been very rewarding for me to hold this interesting talk with Catherine Arthur. I have learned a lot of things. Normally I'm not too nationalistic, so I'm not proud of the good things that happen in my country (obviously, neither am I ashamed for the bad things that happen here!) But I must admit I feel a strange joy at the fact that a person like Catherine Arthur is living here among us, cultivating their succulent plants in Almeria.
Finally, I have to say that there's one thing I disagree with Catherine about. She just told us: "My plants still regularly remind me of how little I really know about them". I have the luck to have at home some of Catherine’s Lithops. They are Lithops that she cultivated from seeds and then, generously, she gave me when they were adults. They are valuable Lithops, hard to get . . . And all these plants continually tell me otherwise - they tell me how much Catherine Arthur knows about these precious plants and, especially, of the enthusiasm she transmits talking about them. Many thanks Catherine!
Foto nº 1
Un cobertizo de sombra proporciona protección de la intensa luz solar y mantiene alejados a posibles plagas/depredadores/polinizadores.
A shade enclosure provides some shelter from the harsh sunlight and from potential pests/predators/pollinators.
Foto nº 2
Forzar que crezcan muy pegados nos asegura que tendremos elegantes grupos compactos. En este caso son macetas de 7x7x6,5cm. En el sentido de las agujas del reloj, desde arriba a la izquierda: Lithops aucampiae v. euniceae, Lithops olivacea, Lithops pseudotruncatella 'Alpina' y Lithops helmutii.
Cramped conditions ensure neat compact clumps. Growing in 7x7x6.5cm pots, clockwise from top left, Lithops aucampiae v. euniceae, Lithops olivacea, Lithops pseudotruncatella 'Alpina', and Lithops helmutii.
Foto nº 3
Un Lithops creciendo libremente al aire libre en España a mediados del verano. Al igual que en su hábitat natural, estas plantas aquí se ocultan bajo tierra durante los veranos calurosos y secos. El Lithops hallii v. ochracea que se puede ver en primer plano se destapó, quitando un poco de tierra con un cepillo, para tomar esta foto.
Lithops growing wild outdoors in Spain in mid-summer. As in their natural habitat, plants will retreat underground during the hot, dry summer - the Lithops hallii v. ochracea visible in the foreground was uncovered for the photo by brushing away some soil.
Foto nº 4
Las plantas cultivadas en maceta también tienden a "acostarse" bajo el nivel del suelo cuando las condiciones son cálidas y secas. Una maceta comunal de Lithops aucampiae v. fluminalis adultos, cada vez más enterrados respecto del nivel del suelo.
Potted plants also tend to lie low during hot, dry conditions. A communal pot of adult Lithops aucampiae v. fluminalis growing flush with the soil.
Foto nº 5
Lithops gesinae C406 - Plántulas de diez semanas de edad, densamente sembradas.
Lithops gesinae C406 - densely sown ten-week-old seedlings.
Foto nº 6
C075s de casi un año de edad, listo para ser trasplantado a una maceta más grande.
C075s ready for transplanting to a bigger pot at almost a year old.
Foto nº 7
Plántulas de L. salicola 'Bacchus', de unos diez meses de edad, recien trasplantadas. Unas pocas semanas después de ser reubicadas en su nueva maceta, estos jóvenes ejemplares se unirán al resto de Lithops adultos en un banco soleado dentro del cobertizo sombreado.
Recently transplanted ten-month-old L. salicola 'Bacchus' seedlings. A few weeks after settling into their new pot these youngsters will join the other adult Lithops on a sunny bench in the shadehouse.
Todos los derechos sobre las fotografías de este artículo pertenecen a Catherine Arthur y no pueden ser utilizadas sin su autorización.
All rights to the photographs in this article are from Catherine Arthur and can not be used without her permission.