Noviembre de 2014
El otro día andaba yo polinizando un Lithops y vino una abejita, muy pequeña, a echarme una mano. Me hizo gracia, porque yo seguí a lo mío y ella a lo suyo, durante un buen rato, sin molestarnos unos a otros.
Es más, como yo ya llevaba un rato polinizando, habían caído algunos granos de polen desde la parte alta de los estambres a la parte baja, así que cada uno iba por su lado: yo por la parte alta de los estambres y la pequeña abeja se centraba más en los granos caídos.
Por cierto, a ver si me ayudáis a identificar la especie de abeja que es. Yo no tengo ni idea de abejas, pero he buscado en Internet y tal vez pueda tratarse de una abeja solitaria, es decir de una de esas abejas que no viven en colmenas, ni producen miel. Mucha gente no las conoce, pero en realidad, son mucho más abundantes que las abejas que hacen colmenas.
Desde luego, de lo que sí estoy seguro es de que era bastante pequeñaja y muy guapa. Según parece estas abejas transportan el polen en una escupa ubicada en el abdomen, a diferencia de la mayoría de las abejas que tienen ese órgano en las patas posteriores.
Esta era la abejita en cuestión:
El caso es que, después de trabajar en equipo con mi abejita, se me ocurrió buscar algo acerca de los polinizadores de los Lithops y, en el libro de Cole, encontré la siguiente información:
No se dispone de una información muy precisa, ya que incluso los especialistas más reputados sólo han tenido algunas pocas, y esporádicas, oportunidades de observar a los polinizadores actuando en colonias de Lithops en la Naturaleza. Para entender con propiedad el comportamiento de dichos polinizadores sería necesario dedicar, al menos, todas las tardes de una semana en cada colonia analizada.
Además, las condiciones ambientales y la fauna polinizadora varían mucho de unas regiones geográficas a otras y, por supuesto, también de unas especies de Lithops a otras. Así que las conclusiones obtenidas en una colonia sobre los polinizadores identificados no tienen por qué ser representativas para todo el género Lithops. Por lo tanto, lo que se comenta en los siguientes párrafos solo debe ser contemplado como conjeturas.
Incluso en las zonas más áridas, donde los Lithops pueden prosperar, suele haber poblaciones considerables de abejas y avispas. Eso se puede comprobar sin más que acampar y llenar un cuenco con agua; con seguridad que las abejas llegarán en solo unos minutos. Casi con toda seguridad podemos afirmar que las abejas son el grupo más significativo entre los polinizadores de cualquier colonia de Lithops.
También hay que considerar a mariposas de diferentes especies, probablemente también a algunas polillas e incluso a las omnipresentes hormigas. Todos ellos pueden colaborar en el trabajo de polinización. Aunque la contribución de estos últimos puede ser menor de la que cabria esperar dado su número.
Además de abejas, avispas, mariposas y hormigas, hay otras muchas especies, probablemente cientos, de moscas, mosquitos, gusanos, escarabajos y saltamontes que, en unas u otras aéreas, pueden participar en el proceso de fertilización.
En todos los casos, por supuesto, el polen debe ser trasportado de una planta de Lithops hasta otra planta diferente, así que los insectos voladores, o por lo menos los más activos, son los que están más implicados en el proceso polinizador.
Incluso los grillos, que por otro lado forman parte del grupo de los más grandes depredadores de Lithops, pueden, de vez en cuando, colaborar inadvertidamente en su polinización, ya que cuando devoran algunas de las flores de una colonia pueden portar polen que fecundará a otras plantas que sobrevivan a su ataque.
En definitiva, la lista de polinizadores de Lithops debe incluir cientos de especies de insectos.
La participación de otros tipos de animales, tales como pájaros o mamíferos, debe considerarse como muy improbable, aunque puede suceder alguna vez por casualidad, pero no como resultado de un comportamiento habitual.
Justo cuando estaban a medio escribir estas notas me encontré con esta preciosa foto de Sergio Moreno Donoso (que, probablemente, tiene la mejor colección de Lithops de toda Castilla-La Mancha). Me pareció una excelente demostración de que, también en España, las abejas y las avispas son los principales polinizadores de los Lithops; así que le pedí permiso para reproducir aquí esta fotografía de uno de sus Lithops dorotheae en flor:
En el caso de los Lithops cultivados, creo que el principal polinizador, por encima de abejas y avispas, suele ser el propietario de los Lithops.
Ya hemos hablado de este tema en otras ocasiones (ver el siguiente enlace: www.manolithops.es/ml01_006.htm) pero se me ocurrió buscar por ahí alguna información adicional y encontré lo siguiente:
Mucha gente, botánicos inclusive, piensa que los Lithops son auto-fértiles, pero no es así, en realidad los Lithops son auto-estériles. En un texto de Suzanne Mace, prologuista de libro de Steven A. Hammer sobre los Lithops, se cuenta que: "en cierta ocasión, le preguntamos a Desmond T. Cole sobre esta cuestión, a lo que él respondió que durante todos los años que lleva cultivando Lithops nunca se encontró con una cápsula de semillas procedente de una auto-fertilización. De hecho, según dijo Cole, él mismo había intentado en numerosas ocasiones la auto-polinización y jamás había tenido resultados positivos".
De todas formas, es bien sabido que es mucho más fácil demostrar que una cosa, sea cual sea, sucede (no hay más que encontrar un ejemplo) que demostrar que no sucede (siempre nos quedará la duda de que en otras circunstancias pueda suceder). Por eso casi nadie, desde un punto de vista estricto, se atreve a ser tajante al decir que los Lithops no son auto-fértiles y, para cubrirse las espaldas, se utiliza el subterfugio de decir que "salvo en raras ocasiones, los Lithops no son auto-fertiles".
En todo caso, en mi opinión, los innumerables intentos fallidos de Desmond T. Cole son suficientes. Por lo tanto, para polinizar Lithops necesitamos disponer de dos ejemplares distintos, aunque de la misma especie; o de especies diferentes si no nos importa hibridar (aunque la polinización entre ejemplares de diferentes especies es más improbable que entre ejemplares de la misma especie).
Para tener una información completa sobre cómo realizar la polinización, lo mejor es consultar el enlace que citábamos antes. En todo caso, incluso sin leerlo, realizar la polinización es muy sencillo, dado que todos los elementos que intervienen tienen un tamaño relativamente grande. Veamos algunas cosas que pueden facilitar la operación:
Lo ideal es utilizar polen de una flor que, como esta, esté en sus primeros días de vida.
Por el contrario, es preferible realizar la polinización sobre una flor, como esta, que ya lleve varios días abriéndose.
Para trasportar el polen de los estambres de una flor, a los lóbulos de otra, puede emplearese un picel o, como en este caso, un bastoncillo.