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Casos prácticos

Colección de Lithops

Lithops con multiples cabezas (año 2018)

Julio de 2016

Un año más he realizado un chequeo del número de cabezas de mis Lithops. Este año las mudas han ido un poco retrasadas, así que, en algunos casos, no es fácil contar las nuevas cabezas, porque algunas de ellas aún permanecen ocultas bajo las hojas del año pasado. Pero aún así, haremos ya mismo el recuento de cabezas.

El ejemplar más "cabezudo" de mi colección continúa siendo un Lithops bromfieldii v. insularis C043, que ya ha alcanzado la cantidad de 22 cabezas.

Con objeto de poder tener un registro de la evolución de las plantas, en lo que al número de cabezas se refiere, voy a comparar el estado de todos mis ejemplares que en la actualidad tienen cinco o más cabezas durante las últimas cinco temporadas.

Cabe destacar que las fotos están tomadas a lo largo de mucho tiempo y en condiciones muy diferentes: en sol, a la sombre, con flash, . . . así que no tienen demasiado valor a la hora de comparar colores, pero, para ver cómo ha ido aumentando el número de cabezas, sí pueden ser de utilidad.

De esta pequeña muestra no se pueden extraer conclusiones significativas, ya que habría que haber observado muchos más ejemplares y, sobre todos, muchos ejemplares de las mismas especies. No obstante sí que he podido comprobar que se cumplen las expectativas teóricas que tenía: Algunas especies (por ejemplo: L. aucampiae, L. gracilidelineata, L. pseudotruncatella, . . . ) normalmente desarrollan pocas cabezas, en cambio otras especies (por ejemplo: L. bromfieldii, L. olivacea, L. helmutii, L. optica, L. marmorata, . . . ) tienden a formar grupos de muchas cabezas.

Veamos algunas cosas que he podido observar en estos últimos cinco años en relación con la evolución del número de cabezas en un Lithops:

• Para que un Lithops aumente en cuanto al número de cabezas, tiene que tener espacio donde ir "colocando" las nuevas cabezas que vayan surgiendo a partir de las mudas dobles. Parece una perogrullada decir esto, pero no lo es: si queremos tener ejemplares con muchas cabezas, hay que utilizar macetas donde quepan esas cabezas.


• Normalmente podemos esperar que el número de cabezas de un Lithops se mantenga estable o, en el mejor de los casos, aumente con el paso de los años pero, en determinadas circunstancias, puede suceder justo lo contrario, es decir que en lugar de aumentar disminuya. Está perdida de cabezas debe ser mínima si somos cuidadosos en el cultivo de nuestros Lithops, ya que el motivo de estos retrocesos suele ser debido a un accidente motivado por un descuido nuestro (por ejemplo: se nos ha quemado una cabeza por estar demasiado expuesta al sol, la hemos cortado accidentalmente al estar recolectando semillas, etc.); aunque también pueden perderse cabezas debido a enfermedades o plagas que no hemos conseguido parar a tiempo.


• Algunas especies tienden a tener pocas cabezas y grandes y, por muy bien que las cuidemos, rara vez conseguiremos que pasen de tres o cuatro cabezas. Un mi colección esto me ha pasado especialmente con los Lithops aucampiae. Durante los primeros años de vida sí se van produciendo algunas mudas dobles, pero llegado un momento, todos los años se producen mudas simples, quedando invariable el número de cabezas: cuatro en 2016, cuatro en 2017, cuatro en 2018, . . . .


• De los Lithops karasmontana se puede esperar cualquier cosa. Son una especie con una diversidad muy grande, tanto en colores como en dibujos como en . . . ¡como en todo! La diversidad es tal que, cuando alguien me envía una foto de un Lithops para que lo identifique y, a priori no le veo parecido con nada, siempre tengo la tentación de decir: "Probablemente sea un Lithops karasmontana". También podemos decir que se trata de una especie muy variable en cuanto al número de cabezas que puede llegar a alcanzar pero, en mi experiencia, yo diría que en general podemos considerarla como una especie bastante prolífica.


• Los Lithops no son una excepción: si se les mima crecen mucho. Es peligroso entender mal el concepto "mimar". Mimar no es regarles exageradamente, ni abonarles en exceso, . . . pero, desde luego, mimarles sí que es cultivarles en unas condiciones mucho más favorables que en su hábitat natural. Un buen ejemplo de esto lo pudimos ver en la exposición de fotos del indio Krishna Kumar Agrawal (puede verse en el siguiente enlace: La mejor colección de Lithops de toda la India). Sin ninguna duda se trata de unos Lithops ¡muy, muy, muy mimados! y, por lo tanto, son unos Lithops con muchas, muchas, muchas cabezas.


• No hay límite en cuanto al número de cabezas a las que se puede llegar. Si bien es cierto que en condiciones naturales un Lithops con demasiadas cabezas puede llegar a un punto en el que ese exceso sea perjudicial para él, no es menos cierto que si se le cultiva en un entorno muy favorable se puede llegar a hablar de cientos de cabezas.


• En general podemos decir que cuando veamos un Lithops que tiene muchas cabezas siempre estaremos ante un ejemplar con una edad considerable, y muy estabilizado. Por eso valoro tanto este tipo de Lithops. No es que me interese un número grande de cabezas por el simple hecho de que sean muchas, eso sería esnobismo, sino por lo que eso representa.

En otro artículo de esta misma Web ("¿Los Lithops son más grandes cuantos más años tienen?") ya reprodujimos un listado con las expectativas teóricas en cuanto al número de cabezas, y al tamaño de las mismas, que podemos tener dependiendo las especies que tengamos en nuestra colección.

A continuación veremos fotos de la evolución que han tenido algunos de los Lithops de mi colección, en cuanto al número de cabezas desarrolladas: