Casos prácticos

Adquisición de ejemplares


Proceso de reubicación

Agosto de 2014


El pasado mes de abril, hace exactamente cuatro meses, adquirí seis Lithops adultos en Mesa Garden. Me gusta comprar en ese vivero porque venden ejemplares realmente adultos. Si no dicen otra cosa, los Lithops que allí venden suelen tener entre cinco y siete años y esa es una edad ideal para tener cierta garantía de que los ejemplares comprados se adaptarán bien a su nueva casa.

En la siguiente foto puede verse el estado de los seis ejemplares inmediatamente después de haberlos trasplantado. En la primera fila dos Lithops comptonii, en la segunda fila dos Lithops geyeri, y en la tercera fila dos Lithops meyeri:



Estado de los seis Lithops a principios de abril de 2014


A pesar de que se trataba de seis ejemplares adultos y sanos, dos de ellos no superaron el trasplante y cambio de ubicación. Mesa Garden es un vivero situado en Belén, un pequeña ciudad del estado norteamericano de Nuevo México, así que los seis Lithops tuvieron que viajar 8.500 kilómetros y, además, ¡cambiar de clima!

Creo que no cometí ningún error. Los tuve protegidos del sol, en un lugar bien ventilado . . . pero dos ellos murieron en apenas un par de semanas. No creo que fueran ejemplares enfermos. Simplemente no soportaron el cambio.

En otras ocasiones que he comprado Lithops en Mesa Garden no he tenido ni una sola baja, pero esta vez sí. Tal vez haya influido el momento del año en que hice la compra, o puede que sea debido a cualquier otra cosa, pero la conclusión que saco es que no se puede estar seguro de que el 100% de los ejemplares reubicados supere el cambio. Ni siquiera en este caso, en el que se trataba de ejemplares de calidad.



Dos semanas después de recibirlos, dos de los Lithops comprados en Mesa Garden habían muerto.


Afortunadamente los cuatro restantes parecen haber superado perfectamente el periodo inicial de aclimatación a su nueva casa, pero, a pesar de ello, están teniendo un comportamiento relativamente extraño. ¡Y no es de extrañar! A los Lithops no les gustar cambiarse de sitio, de hecho ¡no tienen patas para hacerlo! En la Naturaleza, los que nacen en un lugar malo mueren y los que nacen en un lugar adecuado prosperan, siempre que no cambien las circunstancias. Así son las cosas.

En los siguientes párrafos vamos a repasar la evolución que han tenido los cuatro Lithops supervivientes a la reubicación:

Empezaremos por el Lithops comptonii C125, que es el caso más sencillo porque . . . simplemente no ha habido ningún comportamiento anormal en este caso. Se ha limitado a continuar con la muda que ya traía empezada y, en la actualidad, tiene perfectamente desarrollada la nueva cabeza y bastante seca la cabeza del año pasado.

En realidad va un poco retrasado en el tiempo, porque ya debería haber finalizado el proceso de regeneración, pero, salvo ese pequeño detalle, toda va como si no hubiera hecho un viaje tan largo como el que ha hecho.

Otra diferencia significativa ha sido el cambio de tonalidad que se puede apreciar. Este nuevo tono se debe a que, seguramente, en Mesa Garden estaba más protegido del sol de lo que está en mi casa. Así que esta circunstancia no puede considerarse un comportamiento extraño, ya que se trata de algo perfectamente explicable.



Fotografía tomada el 18 de julio de 2014


En cambio el Lithops geyeri 'hillii' C232 sí ha tenido un comportamiento muy extraño. Como puede apreciarse en la siguiente fotografía, su aspecto es muy bueno - parece haberse adaptado muy bien - pero pueden observarse varias cosas muy raras. La planta venía inicialmente con dos cabezas, que tenían la muda ya comenzada, ambas cabezas finalizaron correctamente su muda pero:

Evidentemente este anómalo comportameinto se debe al cambio de ubicación y, se me ocurre, al intentar interpretarlo, que es como si la planta "viera" que está en una situación extraña y, para asegurar su supervivencia, intenta reproducirse por todos los medios que conoce: flores y mudas.



Fotografía tomada el 29 de julio de 2014


El segundo Lithops geyeri que también ha sobrevivido es un C274. Terminó perfectamente la muda que ya traía comenzada, sacando una nueva cabeza y secando completamente la cabeza anterior pero, un par de meses después, ha iniciado un nuevo proceso de regeneración, como puede apreciarse en la siguiente fotografía, que ya no era esperable.



Fotografía tomada el 30 de julio de 2014


El cuarto, y último, Lithops superviviente, ha sido un Lithops meyeri SB1125 de dos cabezas, una de cuyas dos cabeza también floreció muy pronto aunque, como puede verse en la siguiente fotografía, su aspecto es muy bueno. Cabe destacar, en este caso, que la flor nació, además de pronto, un poco descentrada y brotó desde abajo, rajando parcialmente la base del Lithops



Fotografía tomada el 21 de julio de 2014


En resumen, he perdido dos de los seis Lithops que compré, cosa que no me ha hecho ninguna gracia, pero creo que es algo relativamente normal después de un cambio tan brusco de ubicación y, además, los ejemplares que han sobrevivido están teniendo unas prisas excesivas a la hora de reproducirse.

En todo caso, con toda seguridad, el año que viene los cuatro ejemplares estarán completamente adaptados y volverán a recuperar su ciclo de vida anual habitual. ¡Al menos eso espero!